La polarización política que vivía América Latina en las décadas del 60 y 70, llevó a importantes tensiones. Ante el crecimiento del apoyo popular a los partidos de izquierda (o su llegada al gobierno como en Chile) y la presencia de grupos armados inspirados en la revolución cubana, los militares intervinieron en la política, tomando el gobierno por la fuerza. Estos procesos se vieron favorecidos por la política estadounidense de la seguridad nacional (elaborada para la guerra fría), la cual se basa en la idea de que en un país existen "enemigos internos", es decir, personas que se consideran peligrosas para el orden interno y que deben eliminarse. Así, los propios ciudadanos de un país, principalmente aquellos que defendían ideas de izquierda, pasaban a constituirse en una amenaza para la seguridad del Estado y, por tanto, eran perseguidos a través de políticas estatales que incluían la tortura o la muerte de dichas personas. En las décadas del 60 y 70, una oleada de gobier...
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