La Crisis del 2002

 La economía en recesión desde fines del año 1998, la devaluación de la moneda brasileña el 13 de enero de 1999 y el “default” argentino de diciembre de 2001, terminaron por empujar al Uruguay hacia una de las crisis económicas más importantes de su historia.

En los primeros meses del 2002, el sistema bancario uruguayo ya había perdido el 40% de sus depósitos y reservas. En enero cayó el primero de los bancos de la plaza financiera uruguaya, que paradojalmente solo captaba depósitos “off shore”, principalmente de argentinos. El Banco Central intervino el Banco Galicia. En febrero, fueron denunciadas una serie de acciones fraudulentas en el Banco Comercial. Los hermanos Carlos y José Rohm habían desviado 250 millones de dólares. El Estado uruguayo y los accionistas internacionales debieron capitalizar al banco con 133 millones de dólares. 

La inestabilidad y desconfianza en el sistema financiero uruguayo se hizo más evidente y la fuga de depósitos crecía día a día. La situación se hizo insostenible. Finalmente, el 20 de junio el gobierno decretó la libre flotación del dólar. Un día después el Banco Central ordenó la intervención del Banco Montevideo- Caja Obrera, propiedad del grupo Peirano. El martes 23 de julio, el ministro de Economía Alberto Bensión renunció a su cargo y fue sucedido por el senador Alejandro Atchugarry. También cambiaron las autoridades del Banco Central, donde asumió la presidencia el economista Julio de Brun. 

El martes 30 de julio, el dólar se disparó de 27 a 35 pesos. El gobierno suspendió las actividades de los bancos Montevideo y Caja Obrera y decretó el feriado bancario por una semana. Mientras tanto, con el espejo de la situación argentina, se registraron algunos saqueos aislados en Montevideo. El ministro del Interior Guillermo Stirling, denunció que había grupos organizados detrás del los incidentes. Además, algunos ahorristas de los bancos intervenidos organizaron caceroleos. 


Durante la semana del feriado bancario, el país se jugó la salida de la crisis en suelo estadounidense. El gobierno envió a una delegación para negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un salvataje. Entre tanto, en Uruguay el Parlamento discutía la ley de reprogramación de vencimiento de depósitos de bancos oficiales y la creación del Fondo de Estabilidad del Sistema Financiero que finalmente aprobó. Se reprogramó la devolución de los depósitos a plazo fijo de los Bancos República y Banco Hipotecario a tres años. Fue un corralito a la uruguaya. Finalmente, el 4 de agosto se acordó con el FMI y el gobierno de Estados Unidos envió un adelanto de 1.500 millones de dólares. 

El lunes 5 de agosto reabrieron todos los bancos menos cuatro: El Banco Comercial, el Banco Montevideo-Caja Obrera, el Banco de Crédito y la Cooperativa Caycu fueron suspendidos y el gobierno comenzó un plan para su liquidación y venta. El martes 6 de agosto llegó a Montevideo el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Paul O´Neill, para así demostrar el apoyo de su país. El presidente Jorge Batlle lanza la famosa frase “We are fantastic”. 

El 2002 terminó con los uruguayos inmersos en una de las peores crisis económicas de la historia. 
A fines de ese año, el desempleo trepaba casi el 20% y la caída del poder adquisitivo alcanzaba el 19.5%. 58.000 uruguayos habían abandonado el país.


Antonio Ladra | 20/09/2008
http://m.elacontecer.com.uy/954-la-crisis-del-2002-noticia-2008-09-20.html


 "El contexto macroeconómico 


En el año 1999 comenzó un período de recesión económica que se profundizó en los años siguientes, acumulándose entre 1998 y 2002 una caída del producto del orden del 17.5%. En términos de síntesis, la caída de la actividad comenzó asociada a la pérdida de competitividad con Brasil ocasionada por la devaluación de la moneda en dicho país, la cual se sumó a la que ya venía experimentando Uruguay con respecto al resto del mundo. Los efectos se agravaron debido a la conjunción de otros factores: el aumento de la tasa de interés internacional y del precio del petróleo, la caída de los precios internacionales de ciertos bienes exportables del país (carne, lana y arroz, entre otros), la sequía con impactos especialmente negativos en los sectores agropecuario y de producción de electricidad y la aparición de la aftosa a principios del 2001 que implicó el cierre de varios mercados de destino de las exportaciones uruguayas. Por último, se sumaron los efectos del abrupto abandono de la convertibilidad y el estallido de la crisis financiera en la Argentina seguidos por la crisis financiera en Uruguay, culminando el año 2002 con una caída del producto de 10.8%. 

En este contexto, la tasa de desempleo trepó hasta alcanzar sus máximos niveles históricos arrojando un promedio de 17% en el año 2002 al tiempo que creció el desempleo de larga duración. A su vez los valores promedios de las pasividades, los ingresos del trabajo y del capital cayeron en términos reales..."


Tomado de: "Uruguay 1998-2002: ¿quiénes ganaron y quiénes perdieron en la crisis?", Marisa Bucheli y Magdalena Furtado, Trabajo de consultoría realizado para CEPAL, Oficina de Montevideo, 2004. Disponible en la web.


La corrida bancaria

 "Una tormenta perfecta


El lío comenzó con la intervención en 2001 en Argentina del Banco Galicia, que tenía una sucursal en Montevideo. Luego, en enero de 2002, quedó al descubierto una gran estafa de los hermanos Carlos y José Rohm, contra el Banco Comercial, del que eran accionistas y directivos. En marzo la calificadora de riesgo Standard & Poor's rebajó la nota de la deuda uruguaya, por lo que se perdió el "grado inversor" adquirido en 1997. La rebaja implicaba el retiro automático de grandes inversionistas que están obligados a guiarse por la escala de las calificadoras.

El Banco de Crédito rápidamente quedó en la insolvencia. Y por último comenzó a rumorearse que el Banco Montevideo, controlado por la familia Peirano Basso, tenía dificultades para cubrir los retiros debido a que había quedado demasiado expuesto por sus operaciones en Argentina.

En suma: focos de fiebre aftosa y pérdida de mercados selectos, caída abrupta de las exportaciones hacia Brasil y Argentina, quiebras y desempleo masivo, enorme déficit fiscal, deuda creciente y cada vez más cara, pánico entre los depositantes, bancos en apuros, temor a disturbios y saqueos. Era la tormenta perfecta.

En seis meses de 2002 los ahorristas retiraron el 47% de sus depósitos en Uruguay para guardarlos en otros bancos locales con respaldo internacional, bajo el colchón o para enviarlos al exterior.

La depresión provocó quiebras en cadena, incluidos varios bancos, desempleo récord desde que hay mediciones, caída del salario y pobreza extendida. La moneda se devaluó 88% en pocos días y la deuda pública, que luego se reprogramó en acuerdo con los acreedores, llegó al 100% del Producto Bruto Interno. La tasa de natalidad cayó en picada, síntoma de pesimismo, y 200 mil personas dejaron el país entre 2000 y 2009 para radicarse en España, Estados Unidos o Brasil".


Tomado de: "La crisis de 2002: cuando todo dejó de funcionar", por Miguel Arregui, Una historia del dinero en Uruguay, Milonga y obsesiones, El Observador. Publicado en la web agosto 29, 2018.

A partir de la lectura responder el siguiente cuestionario:

1) ¿Qué sucedió con el sistema bancario? ¿Quiénes salieron perjudicados?
2) ¿Qué factores macroeconómicos explican que estallara la crisis en 2002?
3) ¿Qué sucedió con el valor del dólar? ¿Quiénes se beneficiaron y perjudicaron ante esa situación?
4) ¿Qué pasos se tomaron para resolver la crisis bancaria?
5) ¿Qué consecuencias dejó la crisis bancaria a nivel económico?

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