Estados Unidos: el líder de un mundo multipolar

Hablar del declive de Occidente es, en realidad, hablar del declive de Estados Unidos. Aunque el bloque representa a un grupo de países repartidos por Europa, Norteamérica y Oceanía, todas las miradas están sobre su país más poderoso. Estados Unidos es la primera economía del mundo, acapara más del 15% del PIB global, y la primera potencia militar, con un gasto en defensa que representa casi el 39% del total y un armamento y fuerzas armadas de gran variedad y alcance global. Aunque la economía europea tiene un peso nada desdeñable y países como Francia o el Reino Unido también cuentan con ejércitos poderosos y capacidades nucleares, la superioridad estadounidense les ha relegado a una influencia desigual y limitada.

Estados Unidos se consolidó como gran potencia tras la desintegración de la Unión Soviética en 1991. [De ahí en más] Mientras los países dialogaban en Naciones Unidas, Washington ejercía de policía internacional: los que incumplieran las normas o contravinieran sus intereses se enfrentaban, en el mejor caso, a sanciones económicas o bloqueos, y en el peor, a una invasión.

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Por el camino, países como India, Brasil, Turquía, Irán o Arabia Saudí han ganado el suficiente peso geopolítico como para convertirse en potencias medias. Si bien no igualan a Estados Unidos a nivel global, sí concentran el suficiente poder regional como para que sus intereses sean tenidos en cuenta. En cambio, China sí plantea un reto mayor. Su espectacular desarrollo económico de las últimas décadas la ha catapultado a la primera línea de la competición geopolítica. 

China, la segunda economía del mundo, es un gigante comercial y productivo. Su territorio tiene materias primas esenciales para el futuro de la humanidad y planea dominar tecnologías estratégicas como los chips, las energías renovables o la inteligencia artificial. También tiene sus propios planes de expansión geopolítica: la Nueva Ruta de la Seda, los planes para recuperar Taiwán o los conflictos con sus vecinos en el mar del sur de China. Las dos potencias ahora compiten en guerras comerciales y tecnológicas, tanto por aumentar su poder como por evitar que el otro les coma terreno.

En este escenario multipolar, Estados Unidos ha perdido poder, algo que podría encajar en la idea del declive de Occidente, pero no tanto como podría parecer. El resto de potencias también tienen retos por delante. Algunas como India arrastran problemas de pobreza y desigualdad estructurales que les impiden crecer todo lo que querrían. Por su parte, China ha visto cómo su crecimiento económico se ha ralentizado, amenazado por la crisis de su sector inmobiliario o por sus problemas de natalidad. Tampoco posee una fuerza militar tan desarrollada como la estadounidense o una moneda tan potente como el dólar. Por no hablar de que su estrategia de la Nueva Ruta de la Seda no le está reportando todos los beneficios que podría. Así, aunque el poder esté más repartido, Estados Unidos mantiene su supremacía global.

Tomado de: https://elordenmundial.com/declive-occidente-geopolitica-historia-estados-unidos-europa-china/


CUESTIONARIO:

1) ¿A qué grupo de países el texto se refiere como "occidente"? 

2) ¿Cuándo EEUU se consolida como única superpotencia mundial? ¿Qué cambio se había producido? ¿Cómo era la situación antes de ese cambio?

3) ¿Cómo actúa EEUU a nivel internacional, según plantea el texto? Menciona algún ejemplo de bloqueo económico o invasión ejercido por EEUU.

4) ¿Qué país le plantea una competencia geopolítica a EEUU? ¿Cuáles son sus ventajas y desventajas?

5) ¿Qué es la multipolaridad? Realiza una síntesis del "escenario multipolar" que plantea el texto, teniendo en cuenta los países que se van mencionando. Utiliza conceptos como: grandes potencias, potencias medias o potencias regionales.

La resistencia de USA a aceptar un mundo multipolar




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