El derrumbe del sistema soviético
Los problemas del modelo económico soviético
La crisis económica de los años 70 va a poner de manifiesto la debilidad económica de la Unión Soviética. Los enormes gastos militares, el sobre stock de armamentos, reflejo de la superioridad e importancia que había alcanzado la industria armamentista, el aislamiento económico y la crisis del modelo de producción basado en la industria pesada, hacían imposible mejorar o al menos mantener las condiciones de vida de su población y su rol como gran potencia mundial.
El modelo económico de la Unión Soviética comenzó a mostrar muchos problemas. No se producían bienes de consumo y alimentos suficientes para satisfacer las necesidades de la población. El gobierno soviético tenía que importarlos.
La industria soviética estaba cada vez más retrasada en lo tecnológico, lo que implicaba que fuera poco competitiva a nivel internacional, en especial respecto de la estadounidense. La URSS estaba también perdiendo terreno en la carrera armamentista.
Como la Unión Soviética era productora, el aumento del precio del petróleo en 1973, le brindó inesperadas ganancias. Esto le permitió satisfacer las necesidades de su población (importando cada vez más productos básicos), sin verse obligada a modernizar su producción. Sin embargo, ello no significó la solución de sus problemas profundos.
Los enormes gastos militares que implicaba la carrera armamentista con Estados Unidos, y la crisis cada vez más evidente de su modelo económico, debilitaron su papel como gran potencia. Además, los países sometidos al dominio soviético, con problemas similares a los de la Unión Soviética, y aún más graves, expresaron su deseo de independencia y su intención de introducir cambios en su sistema político y económico. De esta manera, el bloque oriental inició un proceso de reclamos y reformas.
La situación económica en la Unión Soviética
Fotografías que inmortalizaron la caída del Muro de Berlín
Son muchas las fotografías que se conservan de la caída del Muro de Berlín (Berliner Mauer, en alemán) fue conocido también como el muro de la vergüenza o el muro de protección antifascista, según el lado desde el que se mire. Para retratar este momento inolvidable, agencias de noticias, fotógrafos profesionales y amateurs se animaron a tomar la cámara en medio de esta revolución que reunificó Alemania.
La noche del 9 al 10 de noviembre de 1989, las radios y las televisiones anunciaron die Wende (el cambio), lo que povocó que cerca de 100.000 alemanes se apresuraran a cruzar el muro, derribarlo y celebrarlo. Después de 28 años, que pasaron separados por 155 kilómetros de muro, los berlineses se volvieron a reunir en una noche llena de emoción, que marcó el final de lo que se conocía como el telón de acero comunista, es decir, la inevitable desintegración del comunismo. Algo que ni Honecker (presidente de la RDA), ni el Pacto de Varsovia pudieron frenar. Fue un hito que marcó la memoria y la vida de muchos berlineses. Con el tiempo, donde antes hubo un muro opresivo y triste, hoy se ha convertido en una zona de gran afluencia, e incluso se han construido museos en sus proximidades. Y los restos del muro que quedan en pie, han sido pintados como una obra de arte. Es un símbolo de la libertad, del arte, y de la historia europea, formando parte de innumerables postales e imágenes icónicas de la ciudad de Berlín.
Tomado de: https://culturafotografica.es/caida-muro-de-berlin-imagenes/
¿Y qué pasó con la URSS?
Las reformas iniciadas por Gorbachov también tuvieron consecuencias dentro de la Unión Soviética. Cuando se debilitó el fuerte control que ejercía el gobierno soviético, afloraron las diferencias entre las distintas naciones, étnias y religiones que existieron desde siempre en la URSS. Estas diferencias motivaron fuertes reivindicaciones nacionalistas y pedidos de autonomía por parte de las diferentes repúblicas que formaban la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). Los esfuerzos de Mijail Gorbachov no pudieron detener la tendencia a la separación y, en 1991, la Unión Soviética se desintegró. En pocos meses, su territorio quedó dividido en muchas repúblicas que se declararon independientes.
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