A partir de la desaparición de la
Unión Soviética, los Estados Unidos parecían haber quedado como
única superpotencia mundial.
“El estallido de la Guerra del Golfo
marcó un hito decisivo en la definición del nuevo papel de Estados
Unidos. En 1990, el dictador iraquí Saddam Hussein invadió Kuwait,
un pequeño Estado gobernado por una monarquía feudal y controlado
económicamente por Estados Unidos. El conflicto tenía su origen en
el interés por el control de la producción de petróleo en la zona
y del precio del crudo vendido a Occidente. Con la invasión, Irak se
aseguraba el control del 20 por ciento de las reservas mundiales de
petróleo y ponía en peligro la fuente de energía más importante
para el mundo industrializado. La respuesta de Estados Unidos no se
hizo esperar. Reclamó el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU,
quien condenó la agresión, autorizó el embargo contra Irak y la
utilización de la fuerza para neutralizar la agresión.
En pocos días, las tropas
estadounidenses, respaldadas por sus aliados, liberaron Kuwait,
invadieron Irak, bombardearon objetivos militares y civiles con
misiles teledirigidos, y arrasaron en los campos de batalla al
ejército iraquí. Una vez vencida, Irak fue condenada a pagar los
daños de guerra, a destruir su armamento químico y nuclear y a
tener su petróleo bajo embargo, lo que le impedía conseguir
recursos para la compra de alimentos, medicinas o cualquier otro
producto. Además, debía permitir la inspección de todas sus
instalaciones civiles o militares y el control del país por
inspectores de la ONU. [...].
La intervención norteamericana
demostró que el mundo vivía una nueva situación. A partir de ese
momento, Estados Unidos se confirmaba como “gendarme internacional”
y demostraba su poder de movilizar a un buen número de naciones para
intervenir allí donde sus intereses occidentales se pusieran en
juego. Ya no existía ninguna otra potencia capaz de oponérsele.
[...].”
García, M. y Gatell, C., Actual. Historia del Mundo
Contemporáneo, Barcelona, Vicens Vives, 2000, pág. 290.
Estados Unidos preparó cuidadosamente su intervención en Irak y expandió la imagen de un ejército eficiente y victorioso. El enorme desarrollo de los medios de comunicación hizo de esta guerra el primer conflicto “retransmitido en directo” de la historia.
Tomado de: Historia mundial contemporánea. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Ministerio de Educación de la Nación, 2015
Iniciando el siglo XXI, Samir Amin, economista egipcio, planteaba lo siguiente respecto al rol de Estados
Unidos en el mundo actual.
Lee el texto y más tarde responde las preguntas:
“La fase, considerada en su integridad, corresponde a la de la hegemonía de
EEUU. Decir esto implica un concepto de hegemonía, y éste es, a su vez, multidimensional, relativo y está constantemente amenazado. Multidimensional, en
el sentido de que no es exclusivamente económico, sino igualmente político e
ideológico (en cierto sentido cultural) y militar. Relativo, ya que la economía
capitalista mundial no es un imperio-mundo, gobernado por un centro único. El
centro hegemónico debe necesariamente afrontar los compromisos conjuntamente
con el resto, si están en posición de dominados, y a la fuerza, si rechazan esta
posición. Así, la hegemonía está continuamente amenazada por la evolución de
las correlaciones de fuerzas. El objetivo confesado de esta estrategia consiste en
no tolerar la existencia de ninguna potencia capaz de resistir las exhortaciones
de Washington. Sólo un Estado tiene derecho a ser grande: EEUU, según sus
dos últimos presidentes”.
Fuente: El hegemonismo de Estados Unidos. Revista El Viejo Topo. Barcelona, 2001.
“Otra opción es la multipolaridad, cuyos más fervientes defensores son, por supuesto, quienes aspiran a la formación de centros que funcionen como contrapeso
a Estados Unidos: Francia, Rusia y China. Los partidarios de la multipolaridad
no están en condiciones de construir, por sí mismos, un eje mundial; al menos no
hasta varias décadas más, es el caso de los más grandes: China y Rusia. Francia,
por su parte, está lejos de acariciar este objetivo. El proyecto de París pasa por
construir una “Europa-potencia”, sino a partir de la Unión Europea, al menos
mediante la conformación, en una primera etapa, de un eje franco germano. La
oposición conjunta a la invasión a Irak en 2003 llevó a que París y Berlín establecieran una concertación tripartita junto con Moscú”.
Fuente: Atlás II de Le Monde Diplomatique. Buenos Aires. 2006.
1. ¿Qué características tiene el papel hegemónico que Estados Unidos cumple en el
mundo?
2. ¿Qué beneficios tendría para el mundo actual la existencia del multilateralismo?
3. ¿Qué características deberían tener los países o las entidades que buscaran generar
una nueva arquitectura del orden mundial?
4. Establece las diferencias que existen entre un mundo unipolar, bipolar y multipolar.
5. ¿Cuál de ellos te parece que daría mayor estabilidad y seguridad al mundo en su
conjunto?
Tomado de Historia, Geografía y Ciencias Sociales. Alvarez, Barahona y Latorre. 2010. Santiago de Chile.
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