EE.UU. en la década de 1950 (2)

La década de los cincuenta fue una década del renacer de valores conservadores. Como muy bien explicaba Betty Friedan en el libro La mística de la feminidad, de las mujeres sólo se esperaba el buen desempeño de las funciones maternales y el de “ama de casa”. 

Escribió Betty Friedan en su libro: “En 1949 estaba dedicada a criar y a llevar al parque a Danny, mi primer bebé, y a leer al Dr. Spock. Compré una olla a presión y La felicidad de cocinar y también un libro de George Nelson, titulado La casa moderna (...) y también escribí a mi madre diciéndole que quería la cubertería de plata que me había prometido cuando me casé y que había despreciado por considerarla demasiado burguesa”. 

Las mujeres se casaban cada vez antes, la proporción de mujeres universitarias declinó, y a mediados de la década de los cincuenta, el número de mujeres estadounidenses que abandonaban la universidad para casarse ascendía a un sesenta por ciento.

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Mudarse a un barrio residencial en las afueras de la ciudad tam­bién trajo cambios en la forma de vida. Si las mujeres habían “regresado” tras la guerra a los hogares, la distancia entre estos barrios y cualquiera de los servicios que facilitasen la vida a las amas de casa, sobre todo si eran madres, las recluyeron todavía más en el ámbito privado. También se esperaba que estas mujeres fueran creativas. Cosían, hacían punto, cocinaban. Las mujeres a pesar de las “ayudas” proporcionadas por los electrodomésticos, dedicaban más tiempo a las labores del hogar que sus madres y abuelas. Además la lejanía de estos barrios residenciales distanciaba a las familias. Estas mujeres cocinando, planchando, y bordando estaban alejadas de sus afectos familiares. Su única compañía, además de las vecinas, eran sus hijos y maridos las pocas horas que pasaban en casa tras colegios y oficinas. 

Tomado de Historia de los Estados Unidos de Carmen de la Guardia.Madrid, 2013.