Brasil de 1945 a 1964

Democracia de masas

El período de 1945 a 1964 es uno de los más fértiles y ricos de la vida política brasileña. Con la derrota del nazi-fascismo en la Segunda Guerra Mundial, se fortalecieron en el mundo los regímenes democráticos y los ideales de justicia e igualdad social. En Brasil, la Constitución de 1946 proclamó que el voto era la base del régimen democrático y que todos eran iguales ante la ley. La gente creyó que era real y comenzó a construir una democracia de masas en el país. Querían hablar, participar, decidir.

Por primera vez, las mujeres votaron para Presidente de la República. Millones de brasileños entraron en cuerpo y alma a la vida política. El número de votantes se multiplicó rápidamente. La clase media consolidó su presencia y ganó gran relevancia política. Aún más expresiva fue la entrada en escena de los trabajadores, quienes comenzaron a jugar un papel creciente en la vida política.

Fueron años de fuerte crecimiento económico, industrialización, urbanización y migración. En 1953 se creó Petrobras y un año antes se había fundado el BNDES (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social). Entre 1956 y 1960 se construyó Brasilia, la nueva capital federal, ubicada en el centro del país. Paralelamente se construían m carreteras con la finalidad de integrar el territorio brasileño. También se inauguraron grandes centrales hidroeléctricas.

Fueron también años de gran florecimiento artístico, en los que intelectuales, escritores, dramaturgos, cineastas y músicos rescataron las raíces brasileñas y abrieron nuevas vías de expresión.

Eran todavía años de extraordinaria efervescencia política. Nuevos temas, antes considerados tabú, entraron en la agenda: aumento real del salario mínimo, extensión de los derechos laborales al campo, reformas de base y política exterior independiente. 

Brasil perdió la Copa del Mundo en casa en 1950. Pero dieron la vuelta en 1958 y 1962. Fueron años que cambiaron la cara y el alma de Brasil. No es de extrañar que se los llamara como “los años dorados”.

Dorado pero no tanto. Los sectores conservadores nunca estuvieron satisfechos con el crecimiento de la influencia política de los trabajadores y con la existencia de una democracia de masas. Ante la falta de votos para ganar las elecciones y propuestas para atender las demandas sociales de las masas, en cuatro ocasiones llamaron a golpes de Estado encabezados por los altos mandos de las Fuerzas Armadas. Querían impedir que presidentes elegidos por el pueblo gobernaran el país. Fueron derrotados tres veces, en 1954, 1955 y 1961, pero en 1964, con el apoyo de Estados Unidos, lograron sus objetivos. Un golpe militar, convocado por sectores conservadores, medios de comunicación y grandes grupos empresariales, depuso al presidente constitucional, cerró las puertas de la democracia y sumió al país en una larga dictadura.

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